¿Qué mejor manera de arrancar la temporada que con un smoothie bien fresco y lleno de color? Hoy te traigo una receta que resume toda la esencia del verano: el Smoothie de Mango y Frambuesa.

Con la llegada del calor, los smoothies se convierten en mis aliados perfectos.
Son refrescantes, livianos y llenos de nutrientes esenciales que ayudan a mantenerme hidratada y energizada. Además, me encanta cómo puedo variar las combinaciones de frutas y vegetales para asegurarme de obtener una amplia variedad de vitaminas y minerales.
Este verano, te invito a sumarte a esta deliciosa forma de cuidar tu cuerpo mientras disfrutás de un momento de frescura y sabor.
Ingredientes:
Mango fresco, cortado en cubos
Frambuesas congeladas
Tu leche vegetal favorita
Monedas de chocolate para decorar
Manteca de cacao rallada para un toque especial
Preparación
Procesá el mango y las frambuesas por separado, agregando un chorrito de leche vegetal en cada mezcla hasta lograr una textura suave y cremosa.
Armá las capas en un vaso, alternando los colores para un efecto visual espectacular.
Terminá con monedas de chocolate y un poco de manteca de cacao rallada por arriba.
¡Y listo! Un smoothie rico, fácil y lleno de frutas para disfrutar de un verano bien saludable.
Beneficios Nutricionales:
Mango: rico en vitamina C y betacarotenos, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y protege la piel del daño solar.
Frambuesas: una excelente fuente de antioxidantes y fibra, ideales para mantener el sistema digestivo saludable.
Leche vegetal: aporta cremosidad con menos grasas saturadas, siendo una buena opción para quienes buscan alternativas a la leche tradicional.
Healthy Tip:
Planificá tus smoothies semanales: Elegí una combinación de frutas y vegetales al principio de la semana y congelalos en porciones. Esto te ahorrará tiempo y te asegurará una dieta variada.
Añadí superalimentos: Incorporá semillas de chía, lino o maca para aumentar el contenido de fibra, proteínas y antioxidantes.
Hidratación adicional: Si querés un smoothie más refrescante, podés agregar cubos de hielo o usar agua de coco en lugar de leche vegetal.
Endulzá naturalmente: Si preferís un smoothie más dulce, usá dátiles o un poco de miel en lugar de azúcares refinados.
Optimizá la absorción de nutrientes: Combiná frutas ricas en vitamina C, como el mango o las frambuesas, con fuentes de hierro vegetal como espinaca o kale para potenciar la absorción de este mineral.
Inspiración para tu día a día:
Incorporá un momento de mindfulness mientras preparás tu smoothie. Prestá atención a los colores, texturas y aromas de los ingredientes.
Este pequeño ritual puede ayudarte a conectarte con el presente y comenzar el día con una mentalidad positiva y energía renovada.
¿Te animás a probarlo hoy?
Para ver el paso a paso de esta receta, podés verlo acá.
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